ENSAYO / LA DECISIÓN DE ESCRIBIR / LUIS GUSMÁN (17grises - Buenos Aires)

Lo primero que asombra en el ensayo de Luis Gusmán es el libro mismo, no sólo por su extraordinario contenido, sino como objeto: cada nota sobre el autor elegido está precedida por un estupendo dibujo en carbonilla de su rostro. Así, por ejemplo, a su ensayo sobre “Los aprendices” de Flaubert –maravilloso y pródigo- lo antecede un valioso retrato por Lorenzo Amengual. Y en la “Visera fatal”, su reflexión acerca del cuento de Borges, también.

Otra curiosidad de esta obra es la variedad de autores que retrata y la frecuente relación entre ellos, tan generosa en detalles, y con una pudorosa y sobria, casi escondida, erudición.

Así, Flaubert, Faulkner, Pessoa, Carson McCullers, Agata Kristóf, Graham Greene, Edith Wharton, Nina Berbérova, Marina Tsvetáyeva, Rubén Darío, Rudyard Kipling, Kafka, Borges, Proust y Vladimir Nabokov, entre otros y otras, nos comparten una “residencia en la tierra” (Neruda) de casi todos los países, épocas e idiomas de un mundo que, gracias a Gusmán, deja de resultarle al lector “ancho y ajeno” (Ciro Alegría). Y que expresa la fascinación que es capaz de generar esa “decisión de escribir” que afortunadamente supo tomar nuestro autor. “Decisión”: la palabra misma acaso sugiere que en el oficio literario importan tanto la inspiración y el talento como el trabajo. Y ese talento que trabaja no es otro que Luis, desde los tiempos de El frasquito. Y no sólo como escritor sino como un gran psicoanalista.

Un libro que contiene además uno de los anecdotarios más sabrosos que se han escrito acerca de las manías o de lo que Alfonso Reyes llamaría “simpatías y diferencias” de los escritores y escritoras que aborda, y cuya intimidad Gusmán logra acercarnos.

En “Un niño”, por ejemplo, en el que se refiere al genio y figura de Fernando Pessoa, leemos: “Ya de niño componía versos. Eran malísimos esos versos, pero yo estaba convencido de que eran perfectos… Lo que hoy escribo es mucho mejor, es mejor que lo que escriben quienes pasan por ser los mejores… Ante mis versos de la infancia, lloro como si estuviese ante un muerto, un hijo difunto, la última esperanza de difuminarse”.

© LA GACETA

PERFIL

Luis Gusmán nació en Buenos Aires en 1944. Novelista, cuentista y ensayista, en el campo de la ficción ha publicado El frasquito; Brillos; En el corazón de junio (Premio Boris Vian); Villa y El peletero, entre otros. En 2014 fue distinguido con el Premio Konex de Platino en el rubro Literatura.